Antes de comenzar a dar forma a los personajes de nuestra futura ópera, la compañía debe tomar contacto con las cualidades y defectos de las personas...
Los personajes de nuestra ópera, al igual que ocurre con las personas, no son planos; es decir, no son buenos o malos... tienen matices y diferentes comportamientos que les hace únicos.
De paso, aprovechamos para trabajar adjetivos, sinónimos, antónimos y ampliamos nuestro vocabulario.
Hemos hecho una dinámica en la que teníamos que escribir cualidades positivas y negativas de nuestros compañeros/as